DIA # 15 3.5 COLABORACIÓN FAMILIA ESCUELA

 LA LIBERTAD 15 DE DICIEMBRE DEL 2023

3.5 COLABORACIÓN FAMILIA ESCUELA.

La familia es la primera educadora de los niños y su labor educativa no termina cuando éstos van a la escuela, sino que debe existir una auténtica colaboración entre ambos para alinearse y ofrecer una educación integral y coherente. En este artículo, Laura Hernández presenta ocho claves para que esa relación sea la mejor:

1. Tener una comunicación fluida para caminar hacia el mismo objetivo
2. Comprender la situación familiar
3. Cuidar la comunicación sobre las dificultades de aprendizaje
4. Utilizar un lenguaje apropiado en la comunicación
5. Promover el tiempo en familia
6. Reconocer recursos y apoyos externos
7. Tomar en cuenta la situación de los hermanos
8. Sensibilizar a las familias para que puedan ser un apoyo educativo

Relaciones entre escuela y familia

junio 4, 2018 por Inmaculada Torres

El apoyo mutuo entre centros educativos y familias viene determinado por su objetivo compartido: la educación de los niños y niñas que, en un futuro, participarán activamente en nuestra sociedad y la moldearán según sus actitudes. Como agentes educadores en un mismo contexto, no solo deben trabajar de la mano, sino también tener en cuenta las características de la sociedad con el fin de desarrollar en los niños un compromiso de cuidado y mejora de su comunidad. Estando su naturaleza tan unida inicialmente, ¿por qué surgen problemas de comunicación entre colegios y familias?

A veces la actitud de los profesionales de la enseñanza minusvalora el saber educativo de las familias, responsables en gran medida de la primera socialización de los niños. Sin contar con la formación necesaria para la educación, pero con el amor y la responsabilidad de ofrecer lo mejor a sus hijos, favorecen la adquisición de los primeros valores sociales y personales. Por otra parte, también existen familias que descuidan el enfoque educativo de esfuerzo, colaboración y respeto a la diversidad que comienza en la escuela. Estos diferentes grados de implicación de las familias en la educación de sus hijos están causados por diversos motivos (laborales, sociales, económicos), pero sin duda afectan al rendimiento de los niños en el centro. A falta, pues, de una actitud positiva y comprometida hacia las metodologías llevadas a cabo por los docentes, el niño pierde la motivación por aprender, por mejorar. Sin embargo, esta falta de implicación no necesariamente conlleva desinterés por la educación de los hijos, sino cierta incomodidad hacia los centros escolares: experiencias previas, sentimientos de inferioridad o intimidación, percepción de no ser bien recibido… Si bien el nivel socio-profesional influye en esta relación, siempre se deben potenciar las relaciones cómodas de las familias con la escuela y la valoración positiva de su tarea educativa. ¿Qué mejor concepción que la de una sociedad multicultural?

Pueden existir también diferencias culturales entre las familias de los estudiantes y el currículum de la escuela, situación que sin duda merma la motivación por la educación. Solo si ambos agentes educadores comparten tanto el objetivo a alcanzar (una educación integral) como el medio para alcanzarlo (un mismo enfoque educativo) los niños confían en la educación recibida y desarrollan actitudes más positivas hacia el aprendizaje. ¿No es eso lo que estamos buscando?

La valoración de la familia como agente educativo conlleva su necesaria colaboración con los centros educativos, con el fin de mejorar el comportamiento de los alumnos hacia la enseñanza y favorecer una formación post-obligatoria. Y es que cuando los padres confían en la escuela, también los docentes tienen confianza en ellos. La comunicación bidireccional y la colaboración son indispensables para el futuro de nuestra sociedad: formar ciudadanos críticos, reflexivos, con iniciativas y respetuosos es el ideal por alcanzar. ¿Quién dijo que es imposible?

La formación de los docentes no debe considerarse superior al saber de las familias: la labor de los centros consiste en ayudar y apoyar a las familias en su responsabilidad de educar, informándoles además sobre las posibilidades de progreso de los alumnos a través de los diversos programas educativos. Del mismo modo, también es esencial comprender los antecedentes y la cultura de cada familia, los objetivos que estas plantean para sus hijos, con el fin de implicarles en el aprendizaje académico en casa. En este sentido, las tareas que permiten a los alumnos compartir experiencias con sus familias son enormemente enriquecedoras, ayudando a desarrollar una buena comunicación de ambos en cuanto al estudio. La clave está, de este modo, en la flexibilidad, con el objetivo de incluir a las familias como participantes directos de la educación de sus hijos. ¿Acaso no lo son?

Para poder compartir un mismo proyecto educativo, las expectativas educativas de los padres y de los docentes deben ser también compartidas. Y es que estas expectativas condicionan el mensaje que los niños reciben, además de que influyen en la calidad de las relaciones entre familia y centro escolar. ¿Qué esperan los padres de sus hijos? ¿Y de los docentes? ¿Qué esperan los docentes de los padres? ¿Y de los alumnos?

Al conectar el currículum con el contexto social la enseñanza consigue un valor personal. Y ese valor enriquece la educación, evitando pensamientos mecánicos y esclavizados a lo idealizado, potenciando el desarrollo individual a través de la confianza y el apoyo colectivo. La enseñanza implica no solo compartir información, sino dialogar. Nuestras creencias están moduladas por las relaciones que establecemos con otras personas. Teniendo en cuenta que nos presentamos como modelos de conducta para los niños, ¿qué tipo de relaciones queremos establecer entre familia y centro?

Aprendizajes de la colaboración familia-escuela

• La colaboración entre la familia y la escuela permite a los padres y educadores trabajar juntos en beneficio del niño, compartiendo información y experiencias que contribuyen a su desarrollo integral.
• Los padres pueden aprender sobre las metodologías y enfoques educativos utilizados en la escuela, lo que les permite apoyar y reforzar el aprendizaje en el hogar .
• Los educadores pueden aprender sobre las necesidades y características individuales de cada niño, a través del conocimiento y la retroalimentación proporcionada por los padres.

Importancia de la colaboración familia-escuela

• La colaboración entre la familia y la escuela fortalece la relación entre ambos contextos de aprendizaje, lo que beneficia directamente al niño en su desarrollo socioemocional y académico .
• La participación activa de los padres en la educación de sus hijos mejora el rendimiento escolar, la motivación y la actitud hacia el aprendizaje .
• La colaboración entre la familia y la escuela fomenta un ambiente de apoyo y confianza, donde los padres se sienten involucrados y valorados en el proceso educativo de sus hijos .

Propósito de la colaboración familia-escuela

• El propósito principal de la colaboración familia-escuela es garantizar el bienestar y el éxito académico del niño, a través de una relación de trabajo conjunto y una comunicación fluida .
• La colaboración permite establecer metas y objetivos comunes entre la familia y la escuela, para brindar al niño una educación integral y de calidad .
• La colaboración también ayuda a identificar y abordar de manera temprana cualquier dificultad o necesidad especial que pueda tener el niño, promoviendo su desarrollo y bienestar.

• ¿Qué aprendí? 

  Aprendi que La colaboración entre la familia y la escuela es de suma importancia para el desarrollo integral del niño. Esta colaboración se basa en la comunicación, el apoyo mutuo y la participación activa de ambas partes.

  ¿Para qué me sirve?

  Sirve para através de esta colaboración, se comparten conocimientos, se fortalece la relación entre ambos contextos de aprendizaje y se trabaja en conjunto para garantizar el bienestar y el éxito académico del niño.

  AUTOEVALUACIÓN 

  CRITERIOS                                         SIEMPRE      AVECES       NUNCA

  Participo activamente en la sesión de clase.                                   si

   Me esfuerzo para cumplir con los requerimientos y actividades.        si

   Demuestro respeto a todos los miembros de la clase.                      si

       Ingrese puntualmente a la sesión de clases.                                    si